lunes, 21 de noviembre de 2011

Diario de un treintañero... y gay... y ciego 27

Llevaba media hora mirando fijamente el teléfono, como si eso fuera a resolver mis problemas. Estaba indeciso. Sabía lo que debía hacer, pero no me atrevía. Temía el rechazo. Temía la vergüenza y el desasosiego que él podría estar sintiendo. Temía su odio hacia la persona que le había introducido en esa espiral de tormento y a la que seguramente no querría volver a ver en su vida. No creo que mi supuesta protodepresión incipiente pudiera soportar una situación de ese calibre. O, a lo mejor (de hecho el “a lo mejor” sobra) estaba siendo demasiado dramático. Como decía Daniel, no sabía lo que él pensaba. Puede que Miguel fuera gay. O bisexual. O suficientemente inteligente para saber que un desafortunado incidente fruto del exceso de alcohol no era razón suficiente para estropear nuestra amistad. Y aunque no fuera así, qué importaba. No sería la primera vez que me rechazaban. Ni siquiera, sería mi primera vez con un hetero borracho que a la mañana siguiente se arrepiente de lo que hizo. Ya había pasado por esas cosas, con hombre más interesantes que Miguel, y sobreviví. Es más, sobreviví en una época de mi vida mucho peor que la actual. Entonces no tenía una empresa que me daba independencia económica, una casa que cubría cada una de mis necesidades, unos amigos que se preocupaban por mí, un exnovio con abdominales que cubría mis urgencias erógenas, un compañero de piso que me ayudaba con mis problemas ni la posibilidad de cumplir uno de los sueños de mi vida publicando un cómic para niños ciegos ayudado por un editor que me aceleraba el corazón. En ese tiempo todo era diferente, mucho más tétrico y triste, acosado a cada minuto por mis fantasmas privados. Esos mismos fantasmas que el regreso de Sergio me había permitido enterrar. Sí, bien vista mi vida era estupenda. Así que cogí el teléfono y marqué.

—Hola —dije.

2 comentarios:

  1. Que majo, y nos quedamos una semana con la intriga!!
    Que momento mas chungo... El momento "llamo, no llamo" es lo peor...

    ResponderEliminar
  2. Sí que es chungo, sí. Podría haber hecho tres entradas enteras sólo con eso jejeje. A ver si tengo tiempo y no hay que esperar una semana para salir de dudas. Gracias por el comentario.

    ResponderEliminar